El Parlamento europeo acaba de aprobar un informe dirigido a preservar la libertad de prensa y el pluralismo informativo que Telemadrid incumple de principio a fin. Quizás por eso, los eurodiputados españoles del PP (y los ultras de Le Pen ) fueron los únicos que votaron en contra.
En el informe, elaborado por la liberal rumana Renate Weber, la euro cámara reclama mecanismos de control independientes que garanticen la libertad de prensa. Justo lo contrario que en Madrid, donde, la expresidenta Aguirre suprimió en marzo de 2006 el Consejo Audiovisual regional.
Se piden códigos de conducta que garanticen la independencia de los periodistas frente a presiones internas de los editores o propietarios como a presiones externas de los grupos de presión políticos o económicos o de otros grupos de interés.
En Telemadrid hay un código deontológico recogido en nuestro Libro de Estilo. Y está en vigor porque no se ha derogado. Pero desde la llegada de Esperanza Aguirre al Gobierno en 2003, y ahora con su “heredero” Ignacio González, no sólo no se aplica, sino que probablemente, desconozcan hasta su existencia.
Es más ya en 2008 La sección sindical de UGT en Radio Televisión Madrid reclamó a la dirección del ente público que se adhiriera formalmente al Código Deontológico de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE) y a día de hoy seguimos esperando.
Además el Parlamento europeo hace hincapié en proteger las condiciones laborales y luchar contra la precariedad laboral en los medios de comunicación. Pero en Telemadrid, después de despedir a 861 trabajadores (la inmensa mayoría de ellos con contratos indefinidos y sujetos a Convenio Colectivo), se está sustituyendo a esos trabajadores con otros subcontratados con productoras privadas como la filial de Telefónica TSA, sin apenas derechos laborales y salarios de entre 900 y 1.100 euros mensuales.
Se reclaman consejos profesionales en los medios de comunicación. Una vieja reivindicación de los profesionales de Radio Televisión Madrid, que lo pelean desde el años 2005, pero sin éxito por la contumaz negativa de la Dirección a negociarlo y sin que a los responsables de la cadena les importe incumplir una sentencia firme del Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Y finalmente el informe establece que los cargos directivos de los medios de comunicación públicos, deben ser seleccionados bajo los principios de mérito y experiencia, y no en virtud de criterios políticos.
A la vista de la larga lista de familiares, conocidos y afines al PP entre los supervivientes del ERE de Telemadrid, está claro que esto también está lejos de cumplirse en la radio televisión PÚBLICA de Madrid.