Tras la sobredosis de nacional-catolicismo impartida por Telemadrid a cuenta del viaje del Papa y su marabunta de «peregrinos» del turismo religioso «low cost», subvencionado con dinero público, nuestra cadena se ha puesto en cuerpo y alma a ejercer sumisamente su labor de NO-DO de la Puerta del Sol con el conflicto de los profesores de la Enseñanza Pública.
Telenoticias tras Telenoticias, los desinformativos de Don Agustín de Grado (director de Informativos de Telemadrid) han machacado a los espectadores (los que nos quedan) con la simplista tesis de que los maestros son algo así como unos vagos que no quieren trabajar.
«La presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, confía en los profesores: Apela a su condición de funcionarios públicos, apunta que es el Estado el que permite incrementar hasta 20 horas su jornada laboral y les recuerda que es inferior a la que hacen a diario el «resto de madrileños» … decían sin ningún pudor mientras ofrecían pieza tras pieza de Esperanza Aguirre, total tras total de la Consejera de Educación (de a 20 segundos cada uno) mientras daban «generosamente» 7 segundos a un portavoz sindical.
Mentiras y falsedades que acompañaban con publirreportajes sobre el invento del «bachillerato de excelencia» (al que se han apuntado dos y el del tambor) y justificaciones de los recortes por un supuesto ahorro de 80 millones de euros.
Por supuesto Telemadrid no cuenta nada de los más de 3.000 profesores interinos que se van a ir al paro con los recortes de Doña Esperanza, ni de la desaparición de las tutorías, los desdobles de alumnos o programas de apoyo QUE SÍ REPERCURTEN EN LA CALIDAD DE LA ENSEÑANZA.
Y por supuesto, en ningún momento Telemadrid ha contado que mientras la Comunidad de Madrid despedaza la escuela pública , amplía «de forma notable» (según cuenta ACADE, la patronal de la enseñanza privada) «el ámbito de desgravación del IRPF 2011», elevando la base imponible de 10.000 a 30.000 euros para llegar a una reducción de hasta 900 euros para la matrícula de los colegios privados, los uniformes escolares, la enseñanza de idiomas y las extraescolares. Una medida que costará 90 millones de euros. Más que el supuesto ahorro generado con la supresión de interinos en la escuela pública.
(UGT La Parabólica nº 168)