Rauda y veloz la fiscalía del Tribunal Supremo ha emitido un informe en el que asegura que “no ve delito” en el caso del ático de Ignacio González y pide que se archiven las dos querellas presentadas por la Asociación de Afectados por la Gestión de la Televisión Pública Madrileña formada por un grupo de extrabajadores de Telemadrid (a la que se sumó ATTAC Madrid) y el Partido Socialista Madrid.
¿Y quién es el fiscal que ha salido al quite del presidente de la Comunidad? Pues el famoso y polémico Eduardo Fungairiño. Un “fiscal indomable” próximo a la línea más dura del PP.
Un hombre que empezó su carrera durante el franquismo, ejercer como fiscal en la Audiencia Provincial de Barcelona entre 1973 y 1980.
Que fue nombrado a dedo fiscal jefe de la Audiencia Nacional contra el criterio unánime expresado en tres ocasiones sucesivas del Consejo Fiscal.
Que persigió a Garzón y se opuso a la investigación de la investigación judicial de los crímenes cometidos por las dictaduras argentina y chilena en los años 70, llegando incluso a argumentar ante la Junta de Fiscales de Sala que aquellos golpes de Estado y la posterior represión no constituían terrorismo de Estado porque “no subvertían el orden constitucional”, sino que precisamente “pretendían preservarlo”.
Que fue sancionado por faltar al deber de imparcialidad al ocultar al Juez el resultado de una investigación que exculpaba a un sospechoso de haber participado en el atentado sufrido años atrás por el entonces jefe de la oposición José María Aznar.
Y que, antes incluso de que hubiera demanda, rechazó investigar el accidente del Yak 42 en el que murieron 62 militares españoles ocurrido durante el gobierno de José María Aznar , porque aquí, como en el ático, tampoco veía delito.
Pero Fungairiño no parece que estuviera muy acertado en el tema del Yak 42 – y ya veremos si lo está en el tema del ático – porque finalmente la Audiencia Nacional condenó a penas de cárcel a tres militares por falsedad documental .
Este es el fiscal que ha despachado la querella de los compañeros de Telemadrid con descalificaciones como ” son recortes de periódicos” o “hay poco de relato cierto” , dando la razón a Ignacio González en el sentido de que “es víctima de una persecución”.
Ahora el Tribunal Supremo tiene que decidir si acepta el informe de Fungairiño o admite a trámite las querellas. Pero de verdad ¿Tanto cuesta investigar los hechos denunciados y aclarar definitivamente las cosas?